La cabecera del valle de Arinsal, situada en el noroeste del país y presidida por el Pico del Comapedrosa (2.942 m), es uno de los lugares más visitados por los practicantes de deportes de montaña y, en verano, es ideal para hacer senderismo. La ruta que se propone para descubrir este emblemático enclave de Andorra dura cuatro horas, tiene una dificultad moderada-alta e incluye una parada en el refugio de Comapedrosa.
Este verano, la ruta del Pico del Comapedrosa es una buena oportunidad para experimentar sensaciones únicas, que sólo pueden descubrirse llegando a lo más alto de Andorra. Y es que como explica el técnico del Parque Natural Comunal de las Valles del Comapedrosa, Jordi Nicolau, “cuando alcanzas la cima del Comapedrosa te das cuenta de tu pequeñez, reina un silencio revitalizador y puedes observar unas panorámicas espectaculares”.
Mediante un recorrido dividido en dos partes, la segunda más complicada que la primera, se pueden descubrir toda la belleza y riqueza paisajísticas de los valles de esta zona del Principado:
De Arinsal al refugio de Comapedrosa
La primera parte de la ruta dura 2 horas y es de dificultad moderada, debido a la pendiente que presenta el camino final. Se inicia al principio de la carretera de Comallempla y circula por el Circuito Interpretativo del parque y por la pista del Pla de l’Estany, hasta llegar al sendero que conduce al refugio de Comapedrosa.
Durante este recorrido se cruzan tres ríos y puede verse una espectacular cascada que, aguas arriba, forma el río Comapedrosa. El otro aspecto destacable es la presencia de un Bedollar de Beç Pubescent, un bosque formado como consecuencia de los numerosos aludes que afectan a este valle en invierno, que es el único de esta tipología que existe en Andorra.
Para recuperar fuerzas después de la caminata, se propone una parada en el refugio de Comapedrosa, a 2.266 metros de altitud, que ofrece servicio de habitaciones y una excelente carta de cocina casera típica de montaña. Los aficionados a la pesca pueden aprovechar para acercarse al Estany de les Truites, muy cerca del refugio.
Del refugio al pico de Comadrosa
En esta segunda parte de la ruta, también de 2 horas de duración, la dificultad es mayor, especialmente desde las cercanías del Estany Negre hasta la cima. El recorrido pasa por pinares de pino negro y permite ver la cabaña de Comapedrosa, una construcción tradicional de origen ganadero. Después los árboles dejan paso a extensos prados y al primer estanque glacial: la balsa del Estany Negre. Como curiosidad, en las tarteras que la rodean, puede verse la Serenalla Pallaresa, un pequeño reptil con mucho protagonismo en el parque.
Lo más difícil comienza a la altura del segundo estanque, el Estany Negre, debido a la abundancia de rocas y a la inestabilidad meteorológica. Pero llegados a este punto, se acerca el momento más esperado de la ruta: la llegada a la cima y sus excepcionales vistas. Echando un vistazo al cielo, también pueden verse aves como el quebrantahuesos, el águila dorada o el buitre común sobrevolando el pico.
Noticias sobre deportes de montaña y al aire libre