Guía con las mejores recomendaciones para hacer marcha

"La marcha es el mejor remedio para el hombre". Esta frase fue pronunciada por quien es considerado el padre de la medicina: Hipócrates, médico y filósofo griego. 400 años más tarde, estas palabras resuenan aún con más fuerza.

La marcha es el deporte que está más adaptado para relajar el cuerpo y la mente. Nos aporta bienestar en todos los sentidos y es el mejor medio para retomar lentamente nuestra actividad física. Volvemos a encontrarnos progresivamente con las sensaciones al dar los pasos, el placer de respirar, los aromas de la naturaleza y nos damos cuenta de que caminar es sinónimo de felicidad. Caminar es una fuente de energía positiva que nos permite redescubrir la naturaleza...

10 MANDAMIENTOS PARA RETOMAR LA ACTIVIDAD
Tu tipo de marcha
La marcha propone varias disciplinas: la marcha activa, que realizamos cotidianamente, la marcha nórdica con bastones, la marcha deportiva que es un deporte reconocido y la marcha atlética, a un nivel más alto en competición.

Hora de salida
En la época estival, es mejor escoger los horarios matinales o nocturnos. De este modo, evitaremos la fatiga extrema o la deshidratación

Lugar
Podremos practicar marcha en todos lados: ciudad, montaña, junto al mar, bosques... la naturaleza se convierte en nuestro terreno de juego.

Vestimenta
La primera de las prioridades: un calzado adaptado, diseñado para la marcha, como las zapatillas PW 540 de Newfeel. Flexibles, ligeras y polivalentes. También podemos agregales las plantillas Walk Memory Foam.

Precalentamiento
Caminar varios minutos a un paso tranquilo, estirar los brazos y las piernas. Respirar tranquilamente.

Buena posición
Caminar correctamente significa principalmente tener una buena postura. Hay que conservar la cabeza y la columna vertebral rectas. Los hombros y los brazos deben estar relajados. Nunca forzar el gesto que debe ser siempre fluido.

Respiración
Nunca contener la respiración. Debemos respirar normalmente y encontrar el equilibrio entre respirar ligeramente y profundamente. Si tenemos dificultades para respirar, debemos disminuir la velocidad.

Ritmo
Encontrar el ritmo es primordial. No debemos sobreestimar nuestras capacidades. La vuelta a la actividad debe ser progresiva ya que al comienzo perderemos el aliento. Qui va piano, va sano… Luego podremos acelerar si nos sentimos capaces de hacerlo.

Frecuencia
Cuanto más caminemos, mayores serán los beneficios que comenzaremos a sentir. Es preferible caminar todos los días porque si lo hacemos con poca frecuencia, los efectos positivos disminuirán.

Velocidad
Todo depende de nuestro nivel, pero la velocidad recomendada es un ritmo dinámico que corresponde a un promedio entre 90 y 110 pasos por minuto, es decir, 4 o 5 km por hora.