Prepárate para la montaña con una buena equipación

El disfrute de la montaña, de la naturaleza, es uno de los mayores placeres de la vida, pero se requiere de una cierta precaución. Siempre se ha dicho que el sol de montaña ‘pega’ mucho más que el de playa, pero este efecto se puede contrarrestrar: basta con equiparnos de una gorra y de unas buenas gafas de sol.

Todos tenemos gorras en casa, y todas cumplen su cometido, pero no todas lo hacen eficientemente. En este campo la evolución ha sido abismal ya que hemos pasado a tener a nuestra disposición unas gorras pensadas, diseñadas y fabricadas para un uso determinado. De ahí que se estudie hasta la extenuación del tipo de tejido del cuerpo central de la gorra, de forma que impida que los rayos solares tuesten nuestro punto más elevado y que permita una evaporación lo más rápida posible del sudor, sin olvidarnos de la importancia que tiene una buena visera o del acierto de la talla.

También es necesario usar unas buenas gafas de sol. Lo conveniente es utilizar unas que sean específicas de montaña, que se ajusten bien al rostro, que sean más o menos envolventes, que el material de la lente sea orgánico o mineral, acertar en el color de la lente, que la sujeción al rostro sea la deseada y que estén ventiladas para que no sean pasto del vaho.

Para ir bien preparado, en las salidas a la montaña una linterna o un frontal pueden sernos de gran utilidad. A la hora de escoger hay que fijarse en las dimensiones, en el peso, en su resistencia a la humedad, en el tipo de pila que utilizan, en su alcance y en su autonomía. Los frontales son muy útiles tanto para la alta montaña como en las meras travesías. Es importante que la cinta elástica se pueda regular, que sea cómoda y que ofrezca una excelente sujeción. Lo ideal es que el frontal sea ligero y compacto, resistente al agua o, como mínimo, a la humedad, y siempre hay que mirar el alcance –los metros que alumbra– y a la autonomía, para que alumbren toda la noche.

En el mismo sentido visual, para poder disfrutar plenamente de la naturaleza es importante llevar unos buenos prismáticos. Sus características se hallan normalmente en la carcasa o montura, y se expresan a través de dos números separados por una X. El primer número indica los aumentos, y el segundo, el diámetro de las lentes frontales. Hay varias potencias, la ecuación 8x10 se puede considerar correcta, aunque si lo que queremos es una mayor precisión óptica no estaría mal que nos fijáramos en los valores de aumento de 10-16.

Electrónica y material sanitario
La presencia de los GPS, de los pulsómetros, de los entrenadores personales, de los relojes específicos de outdoor, está más que extendida. Lo que se busca es una mayor seguridad a la hora de disfrutar de las actividades al aire libre. Escoger el itinerario, guardarlo para saber el camino realizado o conocer dónde está el norte con sólo girar la muñeca son datos que a todos nos gusta conocer. Y en esta tesitura, es básico llevar siempre el teléfono móvil. Primero, porque así te pueden localizar. Después porque muchos de ellos, incorporan una serie de funciones que pueden ser de utilidad, y porque, en caso de sufrir algún percance serio, siempre se puede recurrir a la llamada de emergencia.

Por otro lado, nunca está de más incorporar un pequeño botiquín en nuestra equipación. Lo que hay que mirar es que contenga el material que podamos necesitar para solucionar sobre el terreno una primera incidencia. Lo mejor es que el botiquín sea resistente –los hay impermeables–, ligero y compacto.