Los grandes barrancos de la sierra granadina de Castril

Cuando hablamos de Castril nos referimos al pueblo, a la montaña, a los ríos, al parque natural, pero ninguno de estos elementos puede entenderse separado de los barrancos que conforman este magnífico espacio natural. Así, en esta entrada de la web, vamos a presentar una propuesta para recorrer cada uno de los grandes barrancos que desaguan en el río Castril por su margen derecha.

Si bien es cierto que no estamos considerando otros muchos cauces de entidad tanto de la margen izquierda como de la derecha — sin ir más lejos, Canalejas, Paílla, Hoyos de Moreno, Seco, de la Osa, etc. — el criterio para escoger estos cuatro es bien sencillo: son los más grandes, los más profundos y los que definen más claramente unas líneas de cumbres intermedias con entidad propia.

Aunque muchos ya lo sabéis, os recuerdo que transitar por estos barrancos requiere intuición, habilidad montañera y experiencia en caminar fuera de sendero. Mucho cuidado también con las nieves en las zonas de umbría pues las laderas orientadas al norte suelen conservar ventisqueros hasta muy entrada la temporada. Finalmente, hay que tener en cuenta que los mayores desniveles de estos barrancos se presentan al final, justo cuando están a punto de desembocar en el valle principal por lo que debemos prever este extremo si queremos escaparnos valle abajo con el tiempo justo.

Barranco del Buitre
Es el primero de los grandes barrancos que nos encontramos conforme entramos desde el sur al valle de Castril. Nuestra propuesta consiste en colarse a la derecha de la brecha por el conocido como Chinar del Buitre. Éste da acceso tanto a la cueva de don Fernando como al Calarejo, una montaña intermedia de curiosas formas con espectaculares vistas. A continuación, seguimos una vereda de ganado por la margen izquierda que nos lleva bajo el Picón de los Monteses y la Cueva del Cuervo. El regreso se hace por la margen derecha pasando por el pico del Buitre y el desagüe de Barranco Seco.

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Barranco del Charcón
Se trata del menos grande de los cuatro barrancos que estamos considerando. Aún así, el Charcón tiene una entrada acrobática en la que se supera un muro de 15 metros con dificultades de grado II. En nuestra propuesta debemos caminar trepar por el mismo cauce y esto resulta, cuando menos, comprometido. Se requiere habilidad y alguna que otra escalada que puede alcanzar el III grado aunque es posible encontrar escaqueos por ambos márgenes. La ruta nos lleva hasta las alturas de la Cabrilla y toda su colección de 2miles. El regreso se plantea en círculo descendiendo el cauce del barranco de la Magdalena un breve tramo para luego pasar de nuevo a la cuenca del Charcón por una vistosa brecha o portillo.

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Barranco de la Magdalena
Posiblemente, el barranco más salvaje, cerrado, vertical e inaccesible de los cuatro. En esta ocasión, nos colamos por la margen derecha remontando una vieja senda que gana la puerta de atrás de la brecha por la que desagua. La traza continúa a media ladera para ir descendiendo levemente hasta el mismo eje del cauce. El regreso se propone por la vertiente de Túnez a la que llegamos por el Collado de la Cruz. Finalmente, conectamos la salida de ambos barrancos por el espectacular collado de las Margaritas y su vieja senda de herradura.

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Barranco de Túnez
Seguramente el barranco más conocido y transitado por albergar el camino habitual hacia la cumbre de las Empanadas. Evidentemente, nuestra propuesta pasa por la clásica ascensión a esta cima siguiendo la vereda hacia el cortijo del Maestrillo con el aliciente de regresar por el Portacho, la Serrezuela y el cortijo de la Puerca. Si es la primera vez por Castril, recomendamos encarecidamente comenzar por esta actividad.

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Y esto es todo. Hay muchísimas otras opciones, posibilidades y aproximaciones a estas magníficas montañas, pero estas cuatro no están nada mal para empezar. Esperamos que las disfrutéis.

José Antonio Pastor - Montañas del Sur