Thule presenta un nuevo cofre de carga para la parte trasera del coche: Thule Arcos

Thule Arcos es una caja de carga rígida diseñada para proporcionar espacio de carga adicional en la parte trasera del coche. Este nuevo cofre de carga de Thule es ideal para aquellas personas que tienen un coche con un espacio de carga limitado o que no quieren montar nada en el techo.

Los coches equipados con ganchos de remolque podrán montar la caja de carga en el gancho de remolque. Al utilizar este gancho para transportar la caja de carga, se minimiza la resistencia al viento y es posible transportar otras cargas grandes en el techo del coche, como una tienda de campaña, un portakayak o incluso bicicletas. Además, Thule también puede ser una solución para cuando no se pueden montar cajas de techo debido al diseño del techo del coche, como en algunos coches eléctricos.

El diseño elegante y bajo de Thule Arcos asegura una gran visión en el espejo retrovisor y hace su carga y descarga sea sencilla, además de permitir que el maletero del coche siempre sea accesible, mientras que su exterior rígido de primera calidad lo hace robusto y estable y protege la carga de la suciedad y el agua.

Thule Arcos está disponible en dos tamaños: Thule Arcos M (volumen de 300 litros) y Thule Arcos L (volumen de 400 litros). Esto significa que puedes cargar fácilmente un cochecito y algunas bolsas o dos bolsas de golf, incluso en la versión M.

Por último, cabe destacar que las exhaustivas pruebas realizadas por Thule demuestran que disponer de una solución de carga en la parte trasera del coche tiene un impacto limitado en el consumo de batería o combustible, e incluso, en algunos casos, puede disminuirlo. Esto también se confirma en pruebas externas, en las que, por ejemplo, Vi Bilägare, la revista de coches más importante de Suecia, probó coches, tanto de gasolina como eléctricos, con una caja de carga en el gancho de remolque (en su prueba utilizaron la solución de carga semidura Thule Onto) y descubrieron que tanto el consumo de combustible como el de energía eran realmente menores que cuando se conducía un coche sin caja de carga. Con 5400 km recorridos en condiciones meteorológicas variables con una flota de Volkswagen ID4, el consumo medio (kWh/100km) fue un 4% inferior que sin caja de carga.