¿Por qué elegir una pantalla fotocromática en una máscara de esquí?

Cuando uno sale a esquiar, mira al cielo: está cubierto pero las previsiones anuncian sol. ¿Qué máscara se lleva? ¿Cuántas pantallas se lleva? Una, dos, tres... ¿Y no fueras tú quien se adaptara, sino la propia pantalla? ¿Y si no tuvieses que llevarse más que una máscara? Irías menos cargado, más ligero, más tranquilo para lanzarte por las pistas... Y si, además, la calidad óptica de la pantalla es de las mejores y te permite tener una visión óptima en todo momento (niebla, sol, nieve)... ¿no sería hora de hacerse con una pantalla fotocromática?

A base de hablar con los profesionales y atletas del team, y al vivir todo el año en la montaña, conocemos bien lo que es práctico y lo que no. En la montaña, las condiciones cambian rápido, y hay que poder adaptarse lo más fácilmente posible a cada situación.

Algunos fabricantes recomiendan cambiar de pantalla según las condiciones. Y eso es muy molesto. Imagínate si tuviese que hacer lo mismo con los guantes porque hace demasiado frío para quitártelos en la cima... Desde hace varios años, en Julbo apostamos por la fotocromía para facilitarles la vida a los esquiadores.

La fotocromía Julbo, es:
• Mayor amplitud de protección para afrontar cualquier situación.
• Protección más fuerte para las condiciones extremas.
• Pantalla más clara para afrontar el mal tiempo, y el principio y el final de la jornada.
• Mayor reacción para adaptarse a los cambios de luminosidad.
• La transición es muy rápida. En veinte segundos la pantalla se adapta al pasar de la sombra a la luz.
• Una altísima calidad óptica.
• Una garantía ilimitada del funcionamiento de la fotocromía
• Pantallas que reaccionan a los rayos UV y protegen al 100%

Cuando uno se desliza esquiando utilizando una pantalla fotocromática, tiene la impresión de que la pantalla no cambia nunca, pero en realidad lo que no cambia nunca es el confort de visión.